Un terremoto de magnitud 7.4 sacudió este lunes 1 de enero de 2024, parte del territorio de Japón y generó olas de tsunami en sus costas del occidente, además destruyó un número indeterminado de viviendas, informaron los medios locales.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) indicó que el sismo se registró a las 16:10 hora local de este lunes con epicentro a 42 kilómetros al noreste de Anamizu, en la prefectura de Ishikawa, situada en el centro de la isla de Honshu.
La JMA reportó que después del terremoto se han sentido varias réplicas, la más fuerte a las 16:40 hora local de 6.2 de magnitud y otras más en el rango de magnitud 5.
Medios locales y usuarios de redes sociales han documentado la llegada de olas de tsunami en diversos puntos de la costa occidental del país asiático.
Las autoridades japonesas pidieron a la población que vive en esas zonas se resguarde debido a que a estas primeras olas les pueden seguir otras de mucha mayor altura.
Los efectos del terremoto se sintieron en múltiples aspectos de la vida cotidiana y la infraestructura: carreteras y edificios sufrieron daños considerables, los servicios de transporte y comunicaciones experimentaron interrupciones significativas, y se advirtió sobre la posibilidad de cortes de energía en miles de hogares.
La situación se vio agravada por varias réplicas del sismo, que se han reportado en el área. La Agencia Meteorológica de Japón ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de que estas réplicas continúen ocurriendo durante los próximos días.
El terremoto, que tuvo su epicentro cerca de las costas de Ishikawa y Niigata y a una profundidad de solo diez kilómetros, fue el más fuerte de una serie de veinte sismos registrados en la tarde del lunes.
Esto condujo a la activación de una alarma de tsunami, la primera desde el Gran Terremoto del Este de 2011. Aunque las olas no superaron el metro y medio de altura, miles de japoneses huyeron hacia zonas más elevadas.
El primer ministro japones, Fumio Kishida, señaló que “se han confirmado daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios colapsados e incendios (…) “Tenemos que correr contra el tiempo para buscar y rescatar a las víctimas», agregó.
El potente sismo golpeó la prefectura de Ishikawa, en la península de Noto, en la isla principal de Honshu; la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) confirmó que luego del temblor principal se registraron 155 réplicas, casi todas con magnitudes superiores a 3.
La región no solamente enfrentó el desastre del terremoto, sino que posterior al siniestro se emitió alerta de sunami y el territorio costero fue impactado por olas de 1.2 metros de altura.
La compañía eléctrica proveedora del territorio indicó que más de 45 mil personas se encuentran sin servicio, hecho que complejiza la situación ya que durante la noche se han registrado temperaturas heladas.
El ministro de Defensa, Minoru Kihara, dijo que total de mil militares están listos para servir en las labores de rescate y que otros 8 mil 500 ya fueron movilizados. Por otro lado las autoridades de transporte han anunciado que las autopistas y los trenes de alta velocidad cercanos a las zonas afectadas han quedado interrumpidos.
Kishida quien se puso a cargo de la gestión del desastre dijo que “está aumentando el riesgo de derrumbes de casas y deslizamientos de tierra en los puntos donde los temblores fueron fuertes”, por lo que pidió a los residentes que “actúen con seguridad”.
Según se conoció alrededor de 32.000 personas han sido evacuadas en las prefecturas de Ishikawa, Toyama y otras áreas cercanas. Las autoridades distribuyen agua y otros insumos básicos a los afectados.
Con información de Telesur / National Geographic España