El 19 de diciembre de 1982, alrededor de las 6:00 AM, se encendieron las alarmas en la planta termoeléctrica Ricardo Zuloaga de Tacoa, ubicada en Vargas, hoy estado La Guaira, que cumplía con el suministro de energía a la Gran Caracas.
Una explosión que dio paso a un voraz incendio, que todos llamaron la tragedia de Tacoa, marcó el hito en la seguridad y el control de incendios en tanques petroleros en el mundo. En el siniestro, fallecieron más de 180 personas, entre bomberos, periodistas y civiles.
Entre las víctimas 50 bomberos comandados por el Capitán José Antonio Bazan, 13 bomberos Marinos, 9 periodistas y centenares de heridos; siendo la tragedia más grande que vivió el país antes del deslave de 1999.
También participaron funcionarios de Defensa Civil (Hoy Protección Civil) e integrantes del Grupo de Rescate Venezuela (GRV). No hay bombero o prevencionista en el país que no haya al menos oído de este caso, en el mundo entero es génesis de la investigación del famoso fenómeno.
Cada año, el cuerpo de Bomberos de Caracas y Protección Civil recuerda junto con familiares y sobrevivientes la tragedia de Tacoa.
El mantenimiento de los sistemas contra incendio fue notorio, posteriormente se indicó que dichos sistemas de extinción de incendios en el patio de tanques y los planes de contingencia de la empresa -si es que existían-, no funcionaron.
Al conmemorarse 40 años de aquel fatídico hecho, más de 300 funcionarios del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo rindieron honores a los caídos con la entrega de una ofrenda floral y la develación de una placa en el mural «Héroes de Tacoa», para exaltar el valor de esos hombres y mujeres valientes, que con disciplina y abnegación no se rindieron jamás.