Las autoridades filipinas mantienen el nivel de alerta por la erupción del volcán Taal, que entró este martes en su tercer día con más de 40.700 evacuados en los alrededores, mientras Manila, a 60 kilómetros, recupera la normalidad y mejora la calidad del aire.
El volcán lleva tres días en erupción constante y en las últimas 24 horas ha generado fuentes de lava de 500 metros de altura y columnas de humo de hasta dos kilómetros, según el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología.
El jefe de Phivolcs, Renato Solidum, advirtió hoy de que la erupción no muestra signos de desaceleración a pesar de que la columna de humo y ceniza se haya reducido, ya que persisten los sísmos provocados por el magma que sigue subiendo hacia el cráter.
Desde el domingo, cuando el Taal entró en erupción, se han registrado 286 terremotos volcánicos, 125 de ellos perceptibles, con magnitudes que oscilan entre 1,2 y 4,1.
Por ello, Phivolcs mantiene la alerta en el nivel 4, en una escala de 5, lo que implica expulsiones de lava leves, que una erupción peligrosa es inminente y que hay riesgo de tsunami volcánico, ya que el Taal -uno de los volcanes más pequeños del mundo- se inserta dentro de un lago.
En Manila, situada a unos 60 kilómetros al norte del volcán, se recuperó la normalidad, con establecimientos y centros comerciales abiertos todo el día y las instituciones oficiales operativas, ya que la víspera permanecieron cerrados por el riesgo de respirar humo tóxico del volcán que llegó hasta la capital.